martes, 6 de mayo de 2014

¿Quién soy yo y cómo me hago a mi mismo? - Arenas Montes de Oca Luis Manuel


¿Quién soy y cómo me hago a mí mismo?


Siempre escuchamos, ya sea en la calle, en la escuela o incluso en la familia, hablar de la moralidad y de la ética, que alguien hizo esto o lo otro y por eso no tiene ética o que lo que se hace en las calles ya no tiene nada de moral pero muchas veces no se comprende bien el significado de lo que quieren decir estas palabras e incluso muchas personas llegan a confundirlas o a pensar que son lo mismo cuando no es así. En este escrito trataré de explicar con argumentos lo que para mí es la moral y la ética desde un punto de vista personal.

En primer lugar diré lo que hace diferente a la moral y a la ética. Primero, la moral abarca ese conjunto de reglas que pueden crearse en un  entorno  muy delimitado como lo es la casa en el cual se establecen normas de acuerdo a las creencias y la educación de las personas que lo crean. Por otro lado, la ética está conformada por dichas normas que se crean para la moral, o sea que la ética puede incluir moralidades distintas, lo que para alguien pudiera resultar inmoral, para otra persona podría ser totalmente normal.

Desde pequeños nos empiezan a enseñar estas reglas ya sea en la escuela, con los amigos o más comúnmente, con la familia lo que a futuro resulta como que una persona como individuo cree sus propias normas morales.

Un ejemplo es como el que nos dio nuestra maestra acerca de que cuando ella era niña no podía saltar en las camas, prácticamente no podía hacer nada divertido por lo que con el paso del tiempo, ella lo fue asimilando como algo incorrecto, algo que para algún otro chico pudiera resultar lo más divertido del mundo. Es claro que la maestra formó una regla muy recta de qué era prohibido.

Una norma moral, que nos enseñan desde pequeños es que hay que saludar a las personas mayores, siempre con respeto y esto, con el paso del tiempo se va volviendo una costumbre por lo que uno mismo trata de difundirlo a sus hijos o a los menores de la familia.

A pesar de que se pudiera entender que la moral la adquirimos por el exterior, o sea por la familia o ese grupo de amigos de la escuela, la realidad es que la moral viene de uno mismo, sí, de uno mismo ya que lo que para nosotros es moral es lo que pudiera ser un bien para uno mismo, un bien propio. Así, con el paso del tiempo, la moral de uno puede ir cambiando ya que cada vez nos hacemos más preguntas y cada vez nos vamos dando cuenta de más cosas, cosas que en un principio creíamos que era una inmoralidad hacerlas pero que en ocasiones hasta resulta que tenemos derecho a hacerlo o decirlo, esto lleva a una libertad moral la cual se basa en que uno como individuo se aleja de lo que los demás dicen o piensan acerca de las reglas morales o ética para así uno mismo crear una propia con normas que uno mismo se plantea.

 Por el otro lado, al ya tener normas morales o reglas, como lo quieran llamar, y éstas a su vez crear una ética personal, la cosa se vuelve más interesante ya que podremos encontrarnos con diversas situaciones que a nuestro parecer pudieran resultar incorrectas lo que podría llevar a una seria confusión e incluso a una discusión con la persona que lo hace, entonces es útil comprender que la ética no se basa en algo establecido por libros o desde la antigüedad sino que es algo que uno mismo va haciendo con base a la forma en que va viviendo la vida o simplemente con base en lo que es bueno y es malo para uno mismo.

Algo importante es que cada vez que actuamos, la mayoría de las veces lo hacemos dejando de lado nuestra ética o los valores que nos conforman y ya después de realizar alguna cosa, nos damos cuenta de su valor, ya sea bueno o malo, en la mayoría de las ocasiones malo ya que actuamos de una manera que, después nos damos cuenta de que no fue lo correcto y entonces viene lo que llamamos y conocemos como remordimiento.

En conclusón, quiero decir que la moral la adquirimos cada quien individualmente como ser y que no podemos obligar a nadie a seguir alguna regla si para esa otra persona no resulta de la misma forma, cada quíen crea sus propias normas morales y en  base a esto, cada individuo tiene una propia ética que pudiera diferir por completo con la de otro ser humano pero no por eso se tiene que obligar a nadie, cada quien, con el paso del tiempo, irá descubriendo lo que es bueno y es malo, claro, pero siempre para beneficio de uno mismo.

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